A veces aun me siento en un gran hoyo sin fondo y voy cayendo
lentamente sin llegar al final, esto lo siento desde que te fuiste, es difícil ha
sido difícil. Muchas veces veo todo lo
que me dejaste, y cada cosa tiene un
recuerdo. Es difícil saber que no estarás
más, ¿eso algún día se superara? No volverás
lo sé.
Sabes a veces cargo tu sombrero uno de esos con los que te
ibas por horas a cortar el monte o a regar las matas de cambur, era lindo saber que en ese momento no existía
más, si no estar lista para poder irse
al monte contigo… Recuerdo que me hacia
la fuerte para que no me dijeras que dejara eso, pero yo quería ser como tú,
aunque sé que no lo llegue hacer…
En fin, hablábamos de tu sombrero, sé que quizás nunca te diste cuenta pero yo
en las mañanas corría para poder estar a tu lado, odiaba los días en los que te
ibas a trabajar, pero amaba cuando regresabas en la tarde, era fiel a esperarte
con el televisor puesto para disfrutar el del Zorro, y hasta le decía a mi abuela que te hiciera
el café…
Te confieso que jamás sufrí como lo hice cuando te fuiste,
yo no sabía que era llorar yo vivía y amaba mi vida, hasta que te fuiste… aunque me pediste que te recordara con
felicidad VIEJO, VIEJO DE MI VIDA COMO NO LLORAR CUANDO TE PIENSO SI ERAS TU EL
DUEÑO COMPLETO DE MIS ALEGRÍAS…
Tu partida me hizo
conocer la vida, y como ruego que aun estés aquí y seas mi sustento para no caer,
pero señor te me fuiste he intento agarrarme a todo lo que me enseñaste, e
intento llevarte en alto, aunque no estés orgulloso de mi.
Aun me falta por llorarte, porque por hacerme la fuerte me
trague todo lo que sentía, ¿cómo no hacerse
la fuerte? Tenía que cuidar lo más
importante que le quedaba a esta familia.
Aun me queda por llorarte, pero tranquilo, tratare de remplazarlas por
sonrisas.
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